[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Es más que probable que entrenar regularmente encabece tu lista de buenas intenciones para el 2021. También es probable que, si realmente quieres ponerte en forma, hayas comenzado ya a practicar alguna disciplina deportiva que te motive –ya ha pasado casi un mes desde que arrancamos el año–. Y si este es tu caso, puede que te hayas planteado sustituir esas mallas viejas y gastadas por otras con las que verte más favorecida y que te ayuden a lograr tu meta (porque, sí, ayuda). Lo mismo sucede con ese bra top o con la sudadera que pretendes ponerte para salir a correr. Pero, en plena era de sostenibilidad, ¿puede ser la ropa que utilizas para entrenar cien por cien sostenible?
La respuesta es sí, sin embargo, es necesario tener en cuenta varios aspectos y aclarar algunos conceptos básicos antes de lanzarte a la búsqueda del perfecto uniforme deportivo. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Hasta ahora, la mayor parte de la ropa deportiva se fabricaba con con nylon y poliéster virgen, es decir, plásticos derivados de combustibles fósiles y, por lo tanto, muy perjudicial para el planeta. También es cierto que cada vez más consumidores se preocupan por el origen y el proceso de fabricación de su ropa de gimnasio, y lo mismo sucede con las marcas que se dedican a este tipo de prendas. Según la plataforma Lyst, la búsqueda de “ropa deportiva sostenible” aumentó un 151% el año pasado, un porcentaje que refleja claramente el crecimiento exponencial del interés por este tipo de productos. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1611230706615{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2021/01/int1-22.jpg?id=6338) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Hasta ahora, la mayor parte de la ropa deportiva se fabricaba con con nylon y poliéster virgen, es decir, plásticos derivados de combustibles fósiles y, por lo tanto, muy perjudicial para el planeta.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]De momento, hasta las opciones más sostenibles que existen en el mercado contienen un porcentaje de lycra o elastano vírgenes, materiales que son necesarios (de momento) para sujetadores y leggings, por ejemplo. Por eso, y teniendo en cuenta que, en la actualidad, el cero impacto no existe, es necesario comprar de manera consciente para que este sea lo más reducido posible. ¿Cómo podemos conseguir esto?
Teniendo en cuenta la durabilidad. Es uno de los aspectos más importantes porque, si tenemos en cuenta que este tipo de ropa es necesario lavarla frecuentemente, conviene invertir en opciones que, aunque más caras, sean mucho más longevas. El planeta lo agradece y nuestra economía también. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Aprender a descifrar el significado de las etiquetas es clave. Así por ejemplo, la etiqueta Oeko-Tex certifica que la prenda que la lleva está libre de químicos tóxicos, algo a tener en cuenta cuando somos conscientes de lo cerca que la ropa deportiva está de nuestra piel. Los tintes naturales son, además, más sostenibles que su alternativa sintética.
Por último, busca marcas que cuenten con contenedores de reciclaje y así contribuir a la economía circular. El objetivo es que tu ropa deportiva vieja no acabe en cualquier vertedero de basura.
Fotos: Cortesía de Girlfriend Collective.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»6339″][/vc_column][/vc_row]