[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]“No quiero limitarme a mostrar ropa”, explicaba a través del vídeo que retransmitía el desfile en streaming, “quiero transmitir mi actitud, mi pasado, mi presente y mi futuro. Me gusta recurrir a los recuerdos y mi visión del futuro para construir mi perspectiva sobre el presente”. Ya desde el título de la colección, “Teenage dreams”, el belga manifestaba su intención de construir un ejercicio que iba mucho más allá de la mera estética, algo que, en realidad, está siendo común a muchos diseñadores. El confinamiento, la soledad y el sentir “para adentro”, ha provocado que muchas firmas construyan sus propias historias, esas que están por encima de la ropa y las tendencias. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]“Alien”, “Alicia en el país de las maravillas”, “Picnic at hanging rock” y “Pesadilla en Elm Street” son algunas de las referencias cinematográficas que cita el creador, pero también tres canciones reveladoras de Joy Division, “Isolation”, “Incubation” y “Disorder” y que sirvieron como banda sonora del desfile.
Esta es la primera colección femenina de Simons “in house”, después de su colaboración con Miuccia Prada, pero también el primer fashion film que presentaba desde los 90. Merece la pena prestar atención al set, una suerte de jardín floral postapocalíptico que construía una atmósfera desasosegante. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1603708083747{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/10/int1-29.jpg?id=4310) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Esta es la primera colección femenina de Simons “in house”, después de su colaboración con Miuccia Prada, pero también el primer fashion film que presentaba desde los 90. a partir de camisetas viejas. Al otro lado del globo, Ellery recurrió a
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]En cuanto a los diseños, el belga recurrió, una vez más, a los eslóganes, seña de identidad de su marca y elemento que fascina a los compradores más jóvenes, pero también a los seguidores de su trayectoria desde sus comienzos. Faldas de seda, jerseys amplios de cuello vuelto, camisas de mangas larguísimas y volúmenes oversized, muy Simons y muy en la línea comfy del otoño. En su propuesta hay piezas atemporales, que recurren a la nostalgia sin pudor y, a la vez, instan a la revolución. Una revolución que, según sus propias palabras vendrá de alguien que todavía no ha llegado. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Así las cosas, y después de la primera colaboración con Prada, Simons demuestra que sigue interesado en los mismo códigos de siempre, independientemente de los momentos que estamos viviendo –cambio climático, pandemia, “Black Lives matter…”–, él explora su propia revolución, la de siempre, la que le interesa.
De las más de 70 salidas del desfile, estos son los tres looks (femeninos) de primavera en los que viviríamos durante todo el otoño.
El jersey de cuello vuelto en azul pastel con la falda de seda, también en azul
Y con el mejor eslogan que hemos visto en mucho tiempo: “Welcome home, children of the revolution”.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»4309″][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»bottom-to-top» css=».vc_custom_1561555563953{padding-top: 55px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-md-6″][gem_quote style=»1″ no_paddings=»1″ custom_style=»1″ background_color=»#000000″ text_color=»#ffffff» quote_color=»#656565″]
En su propuesta hay piezas atemporales, que recurren a la nostalgia sin pudor y, a la vez, instan a la revolución. Una revolución que, según sus propias palabras «vendrá de alguien que todavía no ha llegado».
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La falda de seda amarilla con jersey oversized a juego
Engamado, monocromático, práctico y funcional. Todo lo que le pedimos a un outfit esta temporada está reunido en esta salida de Simons.
El traje de chaqueta coordinado con el jersey de mangas XXL
En blanco brillante y con un jersey con estampado psicodélico. Una vez más, pasado y futuro en un solo look.
Fotos: Cortesía de Vogue.com.[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»50″][/vc_column][/vc_row]