[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Es una de las búsquedas más recurrentes en Google. Los trucos para evitar el acné son el nuevo Santo Grial de la belleza. Y es que pocos son los que, tras varias horas con medio rostro cubierto, se libren de algún brote de acné. Sin embargo la nueva realidad no nos deja elegir y nos obliga a protegernos la boca y la nariz con un trozo de tela cada vez que salimos a la calle. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Estos nuevos elementos a medio camino entre un estorbo y el accesorio imprescindible hacen estragos sobre nuestra piel. Rozaduras, zonas irritadas, granitos… son algunos de los problemas más comunes después de estar varias horas cubiertos. La razón es simple. La zona protegida suele crear un ambiente húmedo y oclusivo, el perfecto caldo de cultivo para la deshidratación y para los temidos brotes acneicos. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1599646314268{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/09/intgrande.jpg?id=3094) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Beber agua, cambiar la mascarilla a menudo y mantener una estricta higiene diaria son algunos de los trucos definitivos para evitar los brotes de acné y las rozaduras.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]¿Cómo evitar entonces estos leves pero antiestéticos efectos secundarios de las mascarillas? Los expertos coinciden en que hay algunas reglas a seguir a la hora de afrontar la nueva realidad en la que también está inmersa nuestra piel.
Toma nota porque estos son algunos de los trucos definitivos para evitar el acné y las rozaduras provocadas por el nuevo accesorio imprescindible. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
La elección de la mascarilla
Existen tres tipos: las higiénicas, las quirúrgicas y las filtrantes. Es fundamental que cada uno elija la que más le convenga y que conozca sus normas de uso pero, aún así, hay algunas reglas aplicables a (casi) todo el mundo. Las mascarillas de algodón suelen ser menos dañinas que las sintéticas, las de plástico o las de papel. Siempre que la situación te lo permita, elige las que estén fabricadas en este material, a ser posible, orgánico.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»3080″][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»bottom-to-top» css=».vc_custom_1561555563953{padding-top: 55px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-md-6″][gem_quote style=»1″ no_paddings=»1″ custom_style=»1″ background_color=»#000000″ text_color=»#ffffff» quote_color=»#656565″]
Conocer las normas de uso de cada tipo de mascarilla nos ayudará a cuidar de nuestra piel.
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La rutina de limpieza diaria
Siempre es importante mantener una buena higiene de nuestra piel pero ahora es, si cabe, todavía más. Elegir los productos de belleza que se adapten a tu tipo de piel –que puede haber cambiado durante estos meses–, es un paso fundamental en la lucha contra el acné. Evitar lociones irritantes y productos agresivos y ser muy escrupulosa a la hora de realizar la higiene diaria (al menos una vez al día). [/vc_column_text][gem_divider margin_top=»50″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554170033{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Renovar la mascarilla con frecuencia
Cada una tiene una vida útil que viene estipulada por las instrucciones del fabricante. Sin embargo, hemos de ser conscientes que cuanto más a menudo la cambiemos, más sencillo será mantener a raya las impurezas. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Beber agua en abundancia
Tampoco descubrimos nada nuevo al recomendarte que bebas siempre que tengas sed. Pero que es mucho mejor que no esperes a tenerla para hidratarte. La piel de tu rostro te lo agradecerá, pero también tu salud en general porque beber agua es el truco de belleza definitivo.
Fotos: Cortesía de Bershka, Urban Outfitters y Vogue.com.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]