[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]El de 2020 está siendo, probablemente, uno de los veranos más extraños de nuestras vidas. El confinamiento y la necesidad de pasar largas horas a cubierto borraron la primavera de un plumazo y, con ella, nuestras ganas de estrenar vestidos de fiesta o gabardinas de entretiempo. En su lugar, el confort chic dio lugar a sudaderas de algodón, leggings de la más diversa índole –existe un modelo para practicar yoga, otro para teletrabajar, alguno más para salir a pasear e, incluso, otros más sofisticados para celebrar una cena en alguna terraza inspiradora–, camisetas básicas y vestidos túnica perfectos para jornadas eternas delante del ordenador, pero también para bajar a comprar el pan o sacar al perro.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Con la subida de las temperaturas y la posibilidad de salir, los leggings dieron paso a los vestidos midi y las sudaderas a las faldas fruncidas. Esto no significa que el confort chic se haya quedado en algo anecdótico, sino todo lo contrario. El auge del teletrabajo y el hecho de pasar más horas en nuestras casas hace que, inevitablemente, sucumbamos ante la comodidad de unos pantalones jogger de algodón en lugar de unos rígidos vaqueros. (El motivo por el que antes pasábamos jornadas enteras en la oficina enfundadas en nuestros vaqueros es un misterio porque, desengañémonos, el tejido más universal de la moda no es el más cómodo).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1597138319158{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/08/int_1.jpg?id=2451) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
El confort chic que nació durante el confinamiento prolongará su reinado mucho más allá del verano.
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[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»2461″][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»bottom-to-top» css=».vc_custom_1561555563953{padding-top: 55px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-md-6″][gem_quote style=»1″ no_paddings=»1″ custom_style=»1″ background_color=»#000000″ text_color=»#ffffff» quote_color=»#656565″]
Es un momento de cambios, la moda y las tendencias actúan como catalizadoras de la sociedad
[/gem_quote][/vc_column][vc_column offset=»vc_col-md-6″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Da lo mismo el tiempo que pase y la temporada en la que nos encontremos porque nunca, nunca se tienen suficientes camisetas y jerseys bretones en el guardarropa. Y si no, que se lo pregunten a francesas como Jane Birkin o Brigitte Bardot, máximas exponentes del je ne sais quoie galo y culpables de que todas las mujeres del planeta suspiren por un flequillo despeinado y un cesto de mimbre.[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»50″][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556075303{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Las faldas midi continúan su reinado a pesar de ceder terreno a otros largos como el mini.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1597139270929{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/08/int_5.jpg?id=2457) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554170033{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]La silueta midi seguirá a nuestro lado fielmente, pero cederá terreno a longitudes más mini –algo que ya viene sucediendo desde hace algunos meses–, e incorporará el drapeado o fruncido delantero como uno de los detalles a tener en cuenta porque siempre favorece, disimula y es perfecto para todas. Mención aparte merecen los conjuntos coordinados. La que antaño había sido considerada una tendencia “de abuela” o “de pijas”, se consolida tras asomar la cabeza la pasada temporada de mano de varias marcas de lujo con Prada a la cabeza.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]¿En qué momento hemos decidido que la chaqueta granny podía ser sexy? En el momento que Miuccia nos dio el beneplácito. El próximo otoño seguiremos llevando chaquetas y cardigans inspirados en nuestras abuelas y, además, los combinaremos con tops a juego, también de punto, con idéntico estampado y de tirantes. ¿Nostalgia de otros tiempos (mejores)? ¿Necesidad de refugiarnos en la calidez de la lana y el punto? Una vez más las tendencias de moda actúan como catalizadoras de las transformaciones sociales y confirman que la ropa no es solamente ropa.
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