[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Cada vez son más ciudades en el mundo las que se suman al uso obligatorio de la mascarilla en espacios públicos interiores, pero también al aire libre. En España ya hace algunos meses que comenzamos a incorporarla como un elemento imprescindible de nuestro día a día, de ahí la proliferación de diferentes modelos, tejidos y materiales. Pero no sólo porque las autoridades impongan su uso como algo necesario, el sentido común también es que nos dicta que, a día de hoy, es recomendable generalizar el uso de la mascarilla. Y todo apunta que su uso se prolongue todavía un tiempo después de que la emergencia sanitaria se acabe. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
A la vista de todo esto, parece lógico que las mascarillas hayan trascendido su mera funcionalidad práctica para convertirse (también) en un elemento más de nuestros looks. En este sentido, algunas firmas de alta moda ya fabricaban mascarillas antes del coronavirus. Billie Eilish, por citar un ejemplo, se puso una de Gucci para la última edición de los premios Grammy que se celebró en Estados Unidos antes de que estallase la pandemia. Otras marcas como Fendi, Marine Serre y Palm Angels, habían diseñado mascarillas junto a sus colecciones precovid. Christian Siriano transformó su negocio durante los momentos más duros de la crisis y comenzó a diseñar mascarillas para donar a los hospitales. Y otros muchos, como la neoyorquina Collina Strada, ofrecieron tutoriales sobre cómo hacer una en casa. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1603801681739{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/10/int1-33.jpg?id=4357) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
A la vista de todo esto, parece lógico que las mascarillas hayan trascendido su mera funcionalidad práctica para convertirse (también) en un elemento más de nuestros looks.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Pero, en general, la gente prefiere las mascarillas que no tienen que hacer ellos mismos. Etsy aseguró que, entre el pasado 4 y 6 de abril, las búsquedas de mascarillas en su página web llegó a alcanzar los dos millones de búsquedas, lo que se traduce en algo así como nueve veces por segundo.
A la hora de la verdad, las mascarillas no son, en realidad, un accesorio estético, pero resulta bastante de cajón que, si vamos a tener que taparnos más de la mitad de nuestro rostro con una, al menos que sea bonita. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Sin perder esta idea de vista, son muchas las marcas que están fabricando mascarillas para llevar en el día a día, pero otros apuntan más alto al diseñar piezas elegantes para, por ejemplo, llevar con el vestido de invitada en 2021. Es el caso de la marca ética de moda, Christy Down. Sus fundadoras pronto comenzaron a seleccionar telas estampadas, coloridas y sostenibles para ofrecer su colección “The Sustainable Mask”.
La diseñadora neoyorquina Meg Busacca, decidió salir “a la caza” de sus tejidos antiguos favoritos para confeccionar mascarillas vintage para adultos y para niños. Por su parte, Helmut Lang lanzó una mascarilla para representar su marca, completamente negra y con logo. Re/Done es otra de las que apuesta por los tejidos reciclables y sostenibles a la hora de fabricar mascarillas. Sus packs están confeccionados con restos de bandanas y de vaqueros antiguos, siguiendo así la filosofía de su marca.
Fotos: Cortesía de Etsy, Christy Down y Meg Busacca.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»4358″][/vc_column][/vc_row]