El “quilting” o cómo una técnica de supervivencia acabó convertida en tendencia

Nos estamos refiriendo al “quilting”, ese diseño acolchado y cosido con formas y estampados que recuerda a un edredón.

El “quilting” o cómo una técnica de supervivencia acabó convertida en tendencia

[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Los años posteriores a la Guerra de la Independencia marcaron una de las décadas con mayor escasez de recursos. Fue en este momento de decadencia, cuando los emigrantes holandeses e ingleses llegaron a Estados Unidos y expandieron una de las técnicas que se erigirían como una de las salvaciones para la sociedad: el patchwork.

La creación de piezas formadas por la unión de diferentes telas se constituyó entonces como uno de los métodos claves para la protección del frío. Mezclando tejidos y estampados dispares, el patchwork comenzó a ser el procedimiento predilecto y constituyó gran parte de las colchas y mantas que formaban parte del patrimonio de la época.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Si bien en su día se postuló como una técnica de supervivencia, a medida que han pasado los años, el patchwork ha invadido desde colchas y alfombras hasta prendas de vestir. Tanta ha sido su repercusión que a día de hoy se puede encontrar en gran parte de los diseños de los directores creativos de las casas de moda más exclusivas, pero también, más allá de las pasarelas, a pie de calle su presencia cobra un protagonismo decisivo a las puertas del invierno de 2020. 

En medio de los efectos de la crisis económica, la industria de la moda afronta nuevos retos cada día pero, sin lugar a dudas, un enfoque novedoso, mucho más sostenible, es una de las metas de las marcas y diseñadores. Todos, desde las firmas de alta moda, hasta las cadenas de fast fashion y, sobre todo, las pequeñas marcas independientes o familiares, coinciden en que la supervivencia del sector pasa por el empleo de técnicas que permitan rescatar materiales y tejidos antiguos, viejos o reciclados, para fabricar nuevas colecciones. En este sentido, el “quilting” –que cumple a rajatabla el principio absoluto del upcycling–, se revela como una de las técnicas definitivas del 2020. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1604066102435{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/10/INT1-39.jpg?id=4456) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]

En medio de los efectos de la crisis económica, la industria de la moda afronta nuevos retos cada día pero, sin lugar a dudas, un enfoque novedoso, mucho más sostenible, es una de las metas de las marcas y diseñadores.

[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Lo cierto es que ya apuntaba maneras durante el verano, pero es ahora cuando las marcas están rescatando esta herencia estadounidense que exige, al menos, unir tres capas de tela para crear esa superficie acolchada tan característica. Además, hay algo emocional en el “quilting”. El hecho de que sus orígenes se remonten a una época de escasez de recursos y la similitud con los antiguos edredones, crea una asociación entre este tipo de tejido y la seguridad en nuestros hogares, algo más necesario que nunca en tiempos de pandemia. 

[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Otro de los motivos del éxito de esta antigua técnica reside en su carácter decorativo. El interiorismo es otra de las disciplinas que continúa en auge desde el principio de la pandemia. La obligatoriedad de pasar largas horas a cubierto y la perspectiva de una estación invernal en la que, todo apunta, pasaremos gran parte de nuestro tiempo en nuestras casas, ha provocado un renovado interés por la decoración y todo lo relacionado con el interiorismo. En este sentido, el “quilting” podría ser la tapicería de un mullido sofá. 

La etiqueta neoyorquina Sea NY es una de las favoritas de Instagram –y de la diseñadora y consultora de moda española, Blanca Miró–. Crean chaquetas y abrigos a partir de materiales nuevos, pero con una pátina de nostalgia responsable de ese efecto vintage. Carleen es otra de las pioneras. Todos sus abrigos están confeccionados a partir de colchas antiguas y edredones que se encuentran en mercadillos locales, ventas particulares e incluso online. Todas sus chaquetas son únicas y tienen su propia historia.

 Fotos: Cortesía de Sea NY y Carleen.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»4457″][/vc_column][/vc_row]

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