[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]A comienzos del otoño pasado, una invasión de diademas de todas las posibles formas y tamaños, inundó la página web de Zara. Las diademas, ese accesorio que todas llevamos cuando éramos niñas, estaba de moda. Otra vez. El accesorio más femenino era, a la vez, una verdadera declaración de intenciones de la mano de marcas como Prada. Además, lejos de ser naïf, las diademas que proponían las etiquetas de lujo eran aparatosas y con aires de realeza. Eran capaces de sumar más centímetros que unos tacones. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Algunas se atrevieron con las versiones low cost: de brillantes, acolchadas… otras prefirieron dejarlo en un lazo de terciopelo alrededor de la melena, pero las que más saben de moda llevaron diadema el otoño pasado.
Un año después, las cosas han cambiado mucho. Sin embargo, la pasarela sigue siendo ese espacio para soñar que somos Alicia Silverstone en Clueless o Catherine Deneuve en alguna película de los años 60. Por eso, y a pesar de todo, las diademas se seguirán llevando esta temporada pese a las mascarillas. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1601569131271{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/10/INT1-1.jpg?id=3783) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
La diadema, ese accesorio básico de patio de colegio, adquiere esta temporada un cariz más práctico. La cuestión es llevarlas en el día a día.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Una vez más, el hecho de comenzar a vestirse por la cabeza (en lugar de por los pies) es un gesto cargado de significado. En términos prácticos, la diadema es el accesorio ideal para disimular un bad hair day, pero también para levantar un look un poco anodino o, incluso, para estar cómoda durante una jornada de teletrabajo en casa. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Lo que hasta el otoño de 2019 parecía un complemento exclusivamente nupcial, suma puntos de la mano de la propuesta de Alessandro Michele para Gucci, que apuesta por cascadas de brillantes que cuelgan a ambos lados de las orejas. Pero también por versiones estampadas, ligeramente acolchadas y mucho más discretas. Por su parte, Fendi se rinde ante las diademas que se llevan en la parte de atrás de la cabeza, esas que solamente admiten ciertos recogidos y mucho arrojo.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»3784″][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation=»bottom-to-top» css=».vc_custom_1561555563953{padding-top: 55px !important;padding-bottom: 10px !important;}»][vc_column offset=»vc_col-md-6″][gem_quote style=»1″ no_paddings=»1″ custom_style=»1″ background_color=»#000000″ text_color=»#ffffff» quote_color=»#656565″]
En términos prácticos, la diadema es el accesorio ideal para disimular un bad hair day, pero también para levantar un look un poco anodino o, incluso, para estar cómoda durante una jornada de teletrabajo en casa.
[/gem_quote][/vc_column][vc_column offset=»vc_col-md-6″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Erdem propone su propia versión royal y lo hace sin complejos. Con una diadema que bien podría ser una tiara de la realeza del siglo XIX. A la hora de incorporarlas en el día a día, nada mejor que la raya en medio, una coleta baja o, apostar por un flequillo como los que propone Valentino.
Fotos: Cortesía de Vogue.com[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»50″][/vc_column][/vc_row]
