[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]De toda la información que podemos extraer de la pasada edición de las semanas de la moda, existe un detalle concreto que resulta especialmente significativo. La modelo americana Achenrin Madit fue la que más desfiles acumuló, algo que no sería tan relevante si no llega a ser porque Madit es de origen sudanés.
En una industria que ha estado en el punto de mira durante décadas precisamente por su falta de inclusión, el hype en torno a la afroamericana hace pensar que podríamos estar por el buen camino. Otra información relevante: una temporada después, fue la modelo Jill Kortleve una de las protagonistas de algunos de los desfiles más importantes. Con un físico que está a medio camino entre lo que se considera una talla grande y lo que se ha considerado normativamente una talla estándar en la moda, la top encabezó la escena de las modelos “in-between”. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Es por eso que, en 2021, el cambio en la representación sobre las pasarelas va más allá del terreno racial. Tallas, edades e identidades sexuales configuran un nuevo panorama que por fin parece tangible y que, lejos de la anécdota, encuentra confirmación en los datos.
Según un informe publicado por la plataforma Tag Walk, durante la temporada de desfiles Otoño/Invierno 2020, hasta 19 firmas incorporaron modelos curvy (lo que supone un 18,8% más que en 2019), mientras que 32 shows lo hicieron con modelos LGTBI+ (un 14% por ciento más que el año anterior), y 43 apostaron por modelos mayores de treinta años. Cifras que, aunque no suponen el fin de la lucha, sí que podrían ser un punto de inflexión. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1611665020388{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2021/01/int1-27.jpg?id=6411) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
En 2021, el cambio en la representación sobre las pasarelas va más allá del terreno racial. Tallas, edades e identidades sexuales configuran un nuevo panorama que por fin parece tangible y que, lejos de la anécdota, encuentra confirmación en los datos.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]En este contexto, el desfile de Valentino para esta primavera fue uno de los más inclusivos que se recuerdan entre las grandes marcas. Lo mismo sucedió con el casting de Versace, no tanto por su rupturismo sino por su simbología. Y es que si un día la casa italiana fue el hábitat natural de las top models de los 90, esta temporada Versace ha apostado por modelos que escapaban de la tiranía del 90-60-90 como Jill Kortleve o Precious Lee. Mujeres que, por otro lado, han contribuido a la normalización de las tallas de la mano de otros nombres como Ashley Graham o Paloma Elsesser. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Sin embargo, y pese a que los cambios comienzan a ser más notorios que nunca –con cifras récord de mujeres negras en portadas internacionales y Kortleve como uno de los rostros del momento–, lo cierto es que la capacidad de mejora es todavía inabarcable. Y aunque la tendencia apunta en la buena dirección, los ánimos continúan en guardia.
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Fotos: Cortesía de Vogue.com[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]