2020 también ha sido el año en que las ferias profesionales de la moda han tenido que suspenderse de manera indefinida. Momad, MadridJoya, Pitti Uomo, Munich Fabric Start, Filo, ISPO… Durante muchos años, su papel ha sido fundamental en la industria de la moda, aunque su función ya se había cuestionado en los últimos tiempos. Sin embargo, en 2020 han tenido que renovarse para poder sobrevivir.
Gran parte de sus funciones tienen que ver con los sentidos: tocar los tejidos para comprarlos, por ejemplo. Eso ha supuesto un verdadero reto para ellas en un momento en que lo presencial se ha visto considerablemente reducido o anulado del todo. Lo digital ha podido suplir otros aspectos, como el encuentro virtual entre profesionales. Pero lo sensorial es todavía la asignatura pendiente. ¿Cómo se presenta entonces el futuro?
A la vista de los hechos y de las opiniones de algunos de los grandes expertos en la materia, los formatos híbridos han llegado este año para quedarse y tienen un largo recorrido por delante, incluso cuando puedan volver a tener lugar las ferias presenciales. Las ferias físicas seguirán siendo el eje sobre el que giren estos eventos, pero las herramientas digitales, desarrolladas hace tiempo pero perfeccionadas durante la pandemia en la que todavía estamos inmersos, actuarán como complementos.
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