[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Puede parecer solamente una cuestión pragmática, sin embargo, reorganizar nuestro armario tiene mucho de conocerse a uno mismo porque, ¿cuántas veces has pensado que esa prenda del fondo de tu guardarropa ya no tiene nada que ver con la persona que eres ahora? La ropa cuenta muchas cosas sobre nosotros, lanza mensajes y establece conexiones invisibles además de, claro está, cumplir con la necesidad de resguardarnos del frío o protegernos del calor.
Durante el confinamiento del mes de marzo, fuimos muchos los que, ante la perspectiva de pasar largas horas en nuestras casas, nos lanzamos de cabeza a ese mar de pantalones vaqueros, abrigos de paño y jerséis de lana y, créenos, fue un acto completamente liberador.
A las puertas del invierno y, una vez más, ante la perspectiva de pasar largas horas a cubierto, vuelve a ser un buen momento para plantearse afrontar esta cuestión que trae a más de uno de cabeza. Y no, no se trata solamente de una depuración material, sino también de una depuración de estilo. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Por eso, he aquí algunos consejos para optimizar el espacio de tu armario, pero también para encarar esa persona que eres ahora y que, probablemente, no es la misma que la de hace unos años.
Si no hay mucho espacio no puede haber muchas cosas
Parece obvio pero, a la hora de la verdad, es una de las reglas más difíciles de cumplir. Tendemos a almacenar en nuestros guardarropas muchas más piezas de las que realmente caben y ¿cuál es el resultado? Pues que al final no nos pondremos la mitad de la ropa que tenemos porque, simplemente, no la vemos. Una propuesta para descartar aquello que no vemos y que, por lo tanto, no nos ponemos, es la de seleccionar aquellas prendas que nos ponemos de manera recurrente cada semana. Esto nos servirá para, por un lado, conocer los básicos de los que disponemos y, por otro, organizar otros looks con piezas que ya tienes y que funcionan con esos básicos. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1604917613410{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/11/int1-8.jpg?id=4594) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
La ropa cuenta muchas cosas sobre nosotros, lanza mensajes y establece conexiones invisibles además de, claro está, cumplir con la necesidad de resguardarnos del frío o protegernos del calor.
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No postergar la toma de decisiones
A nadie le gusta deshacerse de ropa que ha comprado y que, quizá, le traiga buenos recuerdos o le tenga un especial cariño por algún motivo. Bien. Esas prendas especiales son, en realidad, muy pocas. Del resto, es decir, de ese abrigo pasado de moda que no recuerdas ni por qué lo compraste, de ese jersey con pelotillas y algún que otro zurcido, de ese vestido de invitada que solamente te pusiste una vez y de esos pantalones vaqueros que piensas estrenar cuando pierdas peso, ya te puedes ir olvidando. Planea como deshacerte (de manera responsable) de todo eso.
Compón nuevos looks
Con toda la ropa que ya tienes. Al final, lo más sostenible es eso que ya está dentro de tu armario y combinar una prenda con algo diferente puede crear un look completamente nuevo sin recurrir a nuevas adquisiciones. Y es que tener mucha ropa no significa tener muchos looks y este es un ejercicio de sinceridad que debemos hacer con nosotros mismos cada cierto tiempo. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Cuida los accesorios y presta atención al tipo de perchas
Sobre todo si son una inversión. Lo ideal, si puedes permitírtelo, es tener un armario zapatero independiente para los zapatos, fundamentalmente por un tema de higiene. Los bolsos también deberían de ocupar un lugar importante en alguna balda, sobre todo aquellos en los que has invertido una pequeña fortuna. Rellénalos con papel de seda para que mantengan su forma.
Y, por supuesto, la elección de las perchas no es en absoluto baladí. Escoge aquellas que son más estrechas (ocupan menos) y, a ser posible, que sean todas iguales para acentuar la sensación de orden.
Fotos: Cortesía de Massimo Dutti.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»4595″][/vc_column][/vc_row]