Los grandes de la moda deportiva se mueven, y no sólo literalmente. En un momento tan adverso como el actual, y con unos pronósticos nada halagüeños para la economía española, las empresas dedicadas al equipamiento deportivo buscan soluciones para hacer cuadrar su números, pese a que es uno de los sectores que mejor está resistiendo la actual crisis.
Nike comenzó a hacerlo de manera internacional el pasado verano, suprimiendo las subdirecciones regionales y centralizando todos los mercados en Holanda. En España, hace dos semanas se confirmó la salida de los ejecutivos Ignacio Serrat y Marcos Garzo. Forma parte del proceso de transformación de Nike, que apostará por lo digital y por reducir intermediarios.
Adidas, de momento, se está centrando en los mandos intermedios para eliminar duplicidades, aunque internacional ya está barajando vender Reebok, empresa que compró el grupo en 2005. El importe neto de la cifra de negocio
Under Armour también ha centralizado su negocio en Holanda y en octubre anunció que cerraba sus oficinas en España y la salida del director de la filial Jens Ullbrich (ex Reebok). Hoy es su sales manager, Marc Colomer, quien lidera la empresa tanto en España como en Portugal.
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