[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]En el año en el que la industria de la moda se ha visto obligada a poner el foco de atención en nuevas maneras de producir, más sostenibles, las marcas invierten gran parte de sus presupuestos (y de sus esfuerzos) en planes eco-friendly y en nuevas soluciones que fomenten la economía circular. Precisamente, uno de los efectos colaterales de esta carrera es el abuso de términos como “eco”, “sostenible” y “orgánico”, que de repente forman parte del lenguaje de (casi) todas las compañías de moda y que parecen estar perdiendo su verdadero significado. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]El más perjudicado en este caso es el consumidor. Una marca podría promocionar sus jerséis como “de algodón 100% orgánico”, sin embargo, eso no implica que sean iguales a otros de otra marca y adjetivados con los mismos términos. Para empezar, el algodón orgánico requiere de una enorme cantidad de agua para su producción. Además, probablemente esa firma no hable sobre la cantidad de veces que ha viajado en avión esa colección de jerséis de algodón orgánico, tampoco sobre las condiciones de los trabajadores en las fábricas que los confeccionan y, por supuesto, nadie ha explicado la clase de pesticidas que se han utilizado en los campos de cultivo de algodón. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1606843882146{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/12/int1-1.jpg?id=5049) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
La sostenibilidad real –esa que realmente es necesaria y la que marcará el futuro de las firmas de moda que realmente apuesten por ella–, es mucho más complicada. El ejemplo más claro vuelve a estar en los campos de algodón, para cuyo cultivo es necesario convertir casi el 50% de superficies salvajes en otras cultivables.
[/vc_column_text][gem_divider margin_top=»70″][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»80″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561554148183{padding-top: 80px !important;padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]La sostenibilidad real –esa que realmente es necesaria y la que marcará el futuro de las firmas de moda que realmente apuesten por ella–, es mucho más complicada. El ejemplo más claro vuelve a estar en los campos de algodón, para cuyo cultivo es necesario convertir casi el 50% de superficies salvajes en otras cultivables.
En este contexto nace Paradis Perdus –paraísos perdidos en español–, una marca de knitwear de lujo creada por un grupo de amigos que son ya veteranos en la industria. Su objetivo no es otro que diseñar piezas de punto perdurables en el tiempo y cuya confección no comprometa, en ningún aspecto, la salud del planeta. Conscientes de los nuevos retos a los que se enfrentan las compañías de moda, consideran que uno de los problemas es la información distorsionada que se transmite al consumidor. Así, mientras uno cree que está adquiriendo una prenda 100% sostenible, desconoce que está dañando al planeta en otros muchos aspectos fundamentales. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]Según Paradis Perdus, son los propios consumidores, pero también las marcas, los que tienen la capacidad para frenar este proceso. Su filosofía está basada en la transparencia sobre cada uno de los pasos que siguen sus piezas de punto, desde la elección de los materiales, hasta su distribución, pasando por las condiciones de los trabajadores de las cadenas de producción.
Además, creen firmemente que la única manera de crear prendas verdaderamente sostenibles es fabricarlas con materiales que ya existen. Por eso, todos sus jerséis de cashmere son 100% reciclados y cumplen a rajatabla todos los requisitos para ser considerados verdaderamente sostenibles. Por ejemplo, ningún jersey de Paradis Perdus incluye ningún tipo de botón porque ellos mismos confiesan que no han podido encontrar materiales completamente reciclados. ¿El resultado? Una colección de jerséis suaves, cómodos y preciosos con los que no tendrás que hacerte ninguna pregunta acerca de su certificado de sostenibilidad.
Fotos: Cortesía de Paradis Perdus. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][gem_image position=»centered» src=»5048″][/vc_column][/vc_row]
