[vc_row][vc_column][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»][/vc_column_text][gem_divider margin_top=»30″][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1561553716331{padding-bottom: 60px !important;}»][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
“No hago moda, yo soy la moda”. Es una de las frases más recordadas de la diseñadora francesa y que condensaba, tan solo en seis palabras, todo lo que la francesa ha hecho por la industria, pero también por las mujeres. Coco Gabrielle Chanel tendría hoy 137 años, casi nada para alguien que sigue tan presente que parece que no se haya ido nunca. La diseñadora irrumpió en la moda como un torbellino, su mirada tenía el aplomo de alguien que se sabe capaz de dinamitar la historia y sus palabras, siempre agudas y afiladas, tuvieron tanto impacto como sus creaciones. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]En 2020, la moda no es como era entonces y la maison está capitaneada por otra francesa, Virginie Viard, pero el espíritu de la que se decía que era “la dame sans mercy” sigue más vivo que nunca. Pero no solo en la pasarela y en las colecciones de Karl Lagerfeld antes y de Viard ahora, sino en esas reglas del estilo que continúan vigentes y que ya han adquirido la categoría de universales. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»stretch_row_content» equal_height=»yes»][vc_column width=»1/2″ css=».vc_custom_1602149354612{background-image: url(https://adictic.com/wp-content/uploads/2020/10/INT1-7.jpg?id=3932) !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][gem_divider margin_top=»400″][/vc_column][vc_column width=»1/2″ disable_custom_paddings_mobile=»true» css=».vc_custom_1561556193635{padding-top: 50px !important;padding-right: 80px !important;padding-bottom: 50px !important;padding-left: 80px !important;background-color: #000000 !important;}»][vc_row_inner][vc_column_inner offset=»vc_hidden-xs»][gem_divider margin_top=»130″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
«No hago moda, yo soy la moda». Es una de las frases más recordadas de la diseñadora francesa y que representaba su espíritu arrogante, seguro, adelantado a su tiempo.
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El negro nunca pasará de moda
“Yo impuse el negro. Todavía es un color fuerte hoy en día. El negro arrasa con todo lo que hay a su alrededor”, decía. Y cuánta razón. La diseñadora que hizo de este color su más reconocible seña de identidad, fue capaz de que el que entonces era el color del luto y de la noche, diese el salto al día sin ningún pudor. Hoy en día, no existe ninguna mujer que no haya recurrido al negro, al menos, cinco veces en su vida. El color de la noche por excelencia sigue estando presente temporada tras temporada en mayor o menor medida, siempre es una buena idea y no, nunca pasará de moda.
El little black dress es el verdadero comodín del público
Si existe una prenda atemporal por excelencia y que también le debemos a Chanel, ese es el little black dress. Pocos uniformes podrían hacer tanto con tan poco en una época de austeridad máxima como fue el crack del 29 y la época de la Gran Depresión. Desde Audrey Hepburn a Beyoncé, pasando por Gwyneth Paltrow y Catherine Deneuve. El vestido negro y corto es el elemento conciliador de armarios completamente opuestos. [/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text css_animation=»bottom-to-top»]
Despídete del exceso
Para la francesa, la extravagancia era algo de lo que había que huir como del diablo. Para ella, la sencillez era la clave suprema de la elegancia. “Realizar una fantasía Scherezade es muy fácil”, decía. “Pero un vestido sencillo negro es muy difícil. Hay que desconfiar de la originalidad: en moda, enseguida se cae en el disfraz, en la ornamentación, se llega a lo artificial…”.
El triunfo del blanco y negro
La alianza de los tonos más sobrios del armario es otro de los legados imborrables de Coco Chanel. “Las mujeres piensan en todos los colores menos en la ausencia de color. He dicho que el negro va con todo. El blanco también. Son de una belleza absoluta. Su armonía es perfecta”.
La sobriedad como forma de vida
Algo que, la francesa aplicaba también en la moda. “Yo era una cuáquera que conquistaba París”, decía.
Fotos: Gtres images y Cortesía de Vogue.com.
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